Un día en Isla Mágica

Otra entrada con fotos un poco más personales.
 No era la intención inicial del blog y de hecho pensábamos que, a quien le iba a interesar?, pero nada más lejos de la realidad. Debido al éxito de las anteriores "me veo obligada" (je,je) a publicar este maravilloso día en Isla Mágica.

Solo de recordarlo me agoto, pero lo cierto que el sábado pasamos un día inolvidable.

 Los mayores volvimos a ser niños y los niños todavía más niños.  No desaprovechamos ni un minuto del día y aunque todavía me duelen los pies, repetiría mañana mismo.

Momentos de cola, que dieron para todo, risas, peleas, reconciliaciones... Pero mis gordis se portaron como campeones, un poco revolucionados, pero aguantaron casi 10 horas de "tute" de un lado para otro sin rechistar.

Esas caras de felicidad, compensan cualquier espera!

Isla mágica no es el mejor parque temático en el que he estado, pero para tenerlo a 50 minutos de casa no está mal. Además tiene una cosa buenísima, y es que es muy fácil tener el sol asegurado. Nosotros disfrutamos de un maravilloso día con 28 grados, en el que no llegas a achicharrarte, pero tienes el calor suficiente para que apetezca mojarse en la atracciones de agua

Caras de relax y agotamiento (físico) a la vez!

Estas fueron sus atracciones preferidas.
 Una abeja voladora que te daba una vuelta por las alturas del parque (a 2 por hora), y unos troncos que tenían pistolas de agua para disparar sin piedad (horroroso lo de ser mojado por otros padres emocionados con sus hijos). Vamos, descarga de adrenalina total!

Lo bueno de ir con otro matrimonio es que pudimos montarnos por parejas de adultos en las atracciones de mayores.

La loca de los brazos levantados mirando a Parla soy yo. Como me "entrego"!

"Friki foto" que me costo una dura negociación. Nunca me he podido resistir a este timo..

Alejandro con su amigo Alvaro. No se puede ser más flipado!

Conclusión: totalmente recomendada una "escapadita temática" para dejar los problemas y agobios en la entrada, cansarse de una manera muy sana, y descargar adrenalina.

Perdonad por las cutrefotos, pero es que íbamos un poco cargados con todos los "por-si-acaso", y la cámara grande ya no sabía ni donde meterla.