1. Cambio de pañal, adoro este momento, lo visualizo en mi cabeza y me da la risa. Tranquila cariño, yo me encargo, y si lo hacen, no voy a decir que no, el niño acaba limpio, y el pañal en la basura, pero... ¿que es lo que les diferencia de nosotras? las 3 lavadoras que hay que poner después, lo mas probable es que en el proceso del cambio hayan salpicado el body, el pijama, su propia ropa, entonces hay que ir a buscar otro pijama, - déjame que use esto de aquí (la manta del niño) para envolverlo e ir a por otro pijama, mierda, el niño se ha meado encima de la alfombra mientras intentaba ir a por el pijama, joder, el pañal abierto que dejé encima de la cama, se giró y manchó la colcha, joder porque las mujeres lo colocan todo tan mal y tan lejos????... Y después de todo esto se presentan con el niño cambiado, desvelado que cuesta una hora dormirle, y con una lista de reproches acerca de la mala organización del cuarto de los niños, y con sugerencias del tipo, porque los bodys, los pijamas, los pañales y las toallitas no están en el mismo cajón??? Es mas, porque tienen que estar en un cajón, y el cajón dentro de un armario????... Como os gusta complicarlo todo... Y tu pensando, si cariño, mañana decoras tu y ponemos la nevera cerca del sofá y de la tele!
2. Cocinar, si lo se, ahora parece ser que acumulan todas las estrellas Michelin, y que son los mejores cocineros del mundo, Master chef, lo dejó claro, dos hombres, una mujer, y una accesoria presentadora, el ganador un hombre, los invitados hombres en el 90% de los casos. Pero yo me pregunto, limpian ellos lo que ensucian? Porque en casa cuando deciden cocinar usan 75 cucharas para remover, manchan 7 cuchillos alguno de los cuales solo se utilizó para abrir el plástico de envoltura de algo, y 5 sartenes... de verdad que no lo entiendo. Se trataba de cocinar, no de convertir la cocina en un campo de batalla después del bombardeo de las tropas enemigas. Pero eso no es lo peor... Lo peor es que después de que cocinen un día al mes, te tienes que pasar escuchando batallitas de que son los abanderados de la igualdad, porque yo en casa soy el que cocino! Y tu asintiendo con una sonrisa, mientras piensas, a esta guerra no me meto, no vaya a ser que piense que cocina poco y decida hacerlo todos los días, no por favor...
3. Contarles un problema, cada vez que intentas desahogarte con un hombre, y le dices, es que mi amiga X me dijo esto, o mi jefe me pidió aquello... hay dos posibilidades. Una de ellas, la mas frecuente, es que asientan con la cabeza mientras piensan, este sábado el Celta juega a las 7 o a las 9, si es a las 9 hay que organizar cena con los amigos para verlo juntos, si cariño si... Pero la segunda y que casi siempre surge después de la primera y de un toque de atención por tu parte, es que de repente te escuchan, pero no solo te escuchan, si no que se meten en tu historia e intentan solucionarte la vida.. lo que tienes que hacer es ir a hablar con tu jefe y... casi siempre una solución radical, de esas que sabes que ellos nunca harían, y que además si no les das la razón de forma inmediata la conversación se convertirá en cabreo, y que espero equivocarme pero... creo que es solo una represalia por haberles obligado a escucharte.
4. La compra, aquí tenemos una ventaja grande y es que a muchos les encanta, solo hay un problema que sale carísimo. Primero porque un hombre haciendo la compra supone mínimo 5 llamadas telefónicas: Cariño, aquí dice pañales, pero de que marca? de que talla? de niño o niña?... Ay no se, tu a veces eres tan rara que igual le compras los que no son por algún truco que yo no se... vale vale, ya cuelgoooooo... Cuando dices yogures... Eso y que cuando por fin llegan las bolsas a casa, cargados hasta los dientes, hay 5 bolsas de cosas de la lista, la mayoría de cosas no aparecen, según el porque no había existencias, y 5 de objetos raros como un troceador de vegetales, que cualquier mujer lo ve y sabe que es un engaño, y lo sacas con cara de enfado y te dice con una sonrisa de oreja a oreja, cariño con este artilugio ya no tendré que usar cuchillos así ya no podrás quejarte de que mancho mucho cuando cocino...
Y es que en el fondo les adoramos, y no podemos vivir sin ellos, pero hoy tenía un día imaginativo, porque hay que aclarar que NINGUNA DE LAS HISTORIAS arriba contadas tienen ningún parecido con la realidad, todas son fruto de la imaginación, y ningún marido de este blog ha cometido jamás ninguna de ellas. Y por fin me despido, menudo rollo.
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