Princelandia, un cumpleaños diferente

El Domingo Blanca fué a su primer cumple en Princelandia. Ni ella ni yo habíamos estado nunca y creo que a ninguna nos dejó indiferente.

Está claro que no es el concepto de cumple que a las madres en general nos apasione. Y me explico, para que nadie se ofenda. Casi todas apreciamos y dsifrutamos mucho más un cumple como los que monta Silvia, y que siempre enseñamos por aquí. Fiestas con una temática con la que dar rienda suelta a la creatividad del organizador, en el que se suelen invertir muchas horas, en el que se deposita toda la ilusión y energía durante semanas, y que finalmente deja con la boca abierta a padres e hijos. 

  Pues bien, si quieres ahorrarte todos estos puntos y e ir directamente al de "dejar con la boca abierta a las niñas", este es tu sitio. Y es que una cosa es innegable, se vuelven locas con todo lo que allí se encuentran.

Y por si no habéis estado nunca, os traigo unas fotillos con las que, aviso, podéis empacharos sino os va "el rosa pastel"

En la entrada hay un miniphotocall, con un minisofá solo apto para miniprincesas. Blanca y su amiguita del cumple se lanzaron como si tuviera premio. Esta gente sabe lo que les gusta a las niñas.

El color rosa y el ambiente en general (incluso huele a fresa), hacen que se emocionen desde el momento en el que abres la puerta . Me recordó un poco al anuncio de Heineken y el momento vestidor. Si es que las mujeres somos apasionadas desde pequeñas.

Una chica con peluca rosa, que parecía la madre de Stephanie (la niña de lazy town), dirige a las niñas y se las lleva durante unos 45 minutos, en los cuales cuales aprovechas para ir a tomarte una cervecita a sitio más cercano, y desintoxicarte del momento subidón de azucar (estoy exagerando, como siempre)

Y a la vuelta nos pasan a la zona en la que las niñas han estado jugando a ser mayores.

Este es el spa (así le llamaron ellas):

Los tocadores para peinado, maquillaje, manicura y pedicura.....telita! 

Y si, este es el momento en el que al ver todo esto no sabes ni llorar o reir. Es entonces cuando comienza el desfile y solo te queda una opción: reir!!!. Si no puedes con ellas, únete!

No se si se aprecia bien, pero la cara de emoción de Blanca era demasiado. Bueno, y el resto de las niñas ideales, que no pongo fotos porque no me gusta hacerlo sin preguntar, y sinceramente no tengo confianza con las madres como para hacerlo. Pero allí estábamos todas aplaudiendo como locas y haciendo fotos como si fueran estrellas de cine.

Blanca no daba crédito a todo lo que veía. Que nos pasa a las niñas para que nos guste tanto este color de pequeñas?, de verdad es cultural, o tenemos una predisposición genética?. Si, ya se la respuesta, no quiero crear polémica, pero es que me llama tanto la atención....

Es una pena que no os pueda enseñar estas fotos enteras del final del desfile, saludando como minitops...

Una vez terminado el momento pasarela toca merendola rosa, entrega de regalos y un poco de bailoteo en una tarima (rosa, por supuesto).

 Pero de esta parte no tengo ninguna foto en la que salga solo Blanca, aunque creo que, llegado este punto, os podéis hacer una idea.

Y que queréis que os diga, que verlas felices y disfrutando es lo que queremos todos los padres. Y si hay que "pastelear" un tarde, pues "al lio"(como dicen por aquí). 

Blanca llegó a casa agotada de tanta emoción y aun así no había manera de que se durmiera. En una de sus idas y venidas a mi cama, me pregunto..... mamá, sabes cual es mi color preferido? - no caigo, Blanca- , pues el rosa!!!, porque no pintas las paredes de rosa?.

Lo que yo digo, estamos fatal desde la más tierna infancia....

Conclusión, si no te quieres complicar la vida preparando el cumple de tu niña y quieres asegurarte que pase un rato inolvidable con sus amiguitas, Princelandia me parece una buena opción.