Si hay algo que me gusta es llegar a un país y encontrarme con amigos allí. Bueno, pues como ya os he contado la semana pasada estuve en Chile fue un viaje relámpago, pero eso no impidió que no me enamorase del país y de los chilenos (como pueblo, aunque también reconozco que los hay muy guapos... jejeje) Creo que parte de que la experiencia fuese tan buena fue el recibimiento, me bajé del avión totalmente agotada, un taxi rumbo a Vitacura y aquí aparecí. En casa de una de las personas que mas quiero desde hace muchos años. Santi, y con el que además tenía una cuenta pendiente, su boda fue en Santiago de Chile a los 15 día de nacer Julia, y me la perdí... que penitaaaaa. Lo que mas ilusión me hizo fue ver el cuadro que le regalé presidiendo el salón, eso y un montón de objetos antiguos y de herencia familiar de Berni, la mujer de Santi, una chilena encantadora que me abrió las puertas de su casa a una hora muy poco decente. Ella sin lugar a dudas tiene el mérito de una casa taaan bonita, chicos gracias a los dos, la cena estaba riquísima y vuestra casa es igual de acogedora que vosotros... Muakkkkk
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